A lo largo de los últimos años he tenido la suerte de tener
que hacer varias mudanzas. Y digo suerte porque cada nueva mudanza ha traído
algo positivo a mi vida. Por eso he aprendido a tomármelas con calma, ya que como
bien saben los que han tenido que hacer frente a una, puede llegar a ser una
situación bastante estresante.
No voy a decir que haya convertido las mudanzas en un arte,
pero a lo largo de los años he conseguido
cierta experiencia para dar algún consejo u orientación que tal vez
pueda resultar de utilidad a alguien. Y
como siempre es positivo aprender de los demás, estaré encantado de escuchar
vuestras experiencias.
Y es que a lo largo de mi historial de mudanzas he perdido
cajas enteras, olvidado documentos en un cajón a más de 300 kilómetros, dejado
cuentas bancarias sin cerrar de las que he tenido noticias años después o
descubierto que el piso recién alquilado tiene problemas que no pude advertir
en una primera visita. Por no hablar de preparar todo con, únicamente, dos días de antelación o llenar el coche hasta
los topes por falta de previsión. Y es que cambiar de domicilio es mucho más
que pasar objetos de un sitio a otro, que no es poca cosa por si mismo
Afortunadamente de todo se aprende y llega un momento en que
cuando por motivos de trabajo o personales toca trasladarse, el proceso de la mudanza
se hace mucha más sencillo con la
experiencia ganada en las anteriores. Y lo mejor de todo es que sólo basta con
seguir unos sencillos consejos y una pequeña dosis de sentido común.
Básicamente este será el tema del que hablaremos en el blog.
De consejos y experiencias en varios aspectos, desde ideas para empaquetar, posibles
alternativas para trasladar muebles o cuándo es recomendable dejar parte del
trabajo a una empresa de mudanzas (porque nosotros siempre podemos hacer una
parte para cuidar del tema económico…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario